domingo, 6 de diciembre de 2009

Capítulo 2

Dudó un instante; se fijo en la mochila y comprobó que iba en serio. Se levantó del taburete y fue a su habitación. Mientras se preparaba yo escribí una nota a nuestros padres para que no se preocuparan, al menos, no tanto:

Queridos papá y mamá:

Ha llegado una carta de Lúa y vamos a buscarla. No os preocupéis por nosotros, estaremos bien.
Cuando volvamos os explicaremos todo. Ha surgido algo y es muy URGENTE.
Con cariño
Raúl y Sara

La pegué con un imán en la nevera; allí seguro que la veían.

Cuando Raúl hubo terminado, cogimos el coche dirección Madrid. Había unas tres horas de viaje, y, como ya era tarde decidimos pasar allí la noche e ir al día siguiente a buscarla.

Cuando llegamos a Madrid eran las nueve. Buscamos un hotel normalillo donde pasar la noche, y después fuimos a cenar. Volvimos al hotel y hablamos durante gran parte de la noche. Compartir habitación con tu hermano a veces no es muy agradable, pero otras te ayudan a desahogarte. Y esa noche Raúl fue un gran apoyo para mí. No podía dormir, porque me sentía culpable por no ir a buscar a Lúa. Lo único que hice fue ocultárselo a Raúl. Lúa se pensaría que ya no le importaba. Soy una persona horrible…

Al día siguiente amaneció lloviendo. Nos levantamos pronto, desayunamos en silencio, pagamos el hotel y miramos una y otra vez un mapa. Cuando encontramos la calle en la que estaba en el hospital psiquiátrico, cogimos el coche y nos dirigimos hacia allí. No nos costo mucho encontrarlo. Una vez dentro hablamos con el celador, que nos llevó a una sala separada con un cristal, como si fuera la cárcel. Raúl se sentó en una silla, y yo me quede detrás, apoyándome en su hombro. En el otro lado del cristal había otra silla. La puerta de ese lado se abrió y pareció Lúa escoltada por dos personas que se quedaron en la puerta. Estaba cambiadísima; muy pálida y con el pelo todo revuelto. Si no llega a ser por sus inconfundibles ojos azules no sé si la hubiésemos reconocido. Al vernos sonrió, se acerco a la silla y se sentó.
- ¡Hola! – dijo Lúa con tono infantil – Os he echado mucho de menos. ¿Leísteis mi carta?
Lúa se cayó al ver a mi hermano, babizbajo. La expresión de su car cambió.
- Lo siento. – dijo dirigiéndose a Raúl – debí habértelo dicho. Me imagino lo preocupado que habrás estado. – dijo con tono de culpa.
- ¡¿Preocupado?! – dijo mi hermano en un tono superior al que lo debía haber hecho. Se dio cuenta y se corrigió – Cómo iba a estar preocupado si pensaba que estabas es Londres.
- ¿En Londres? ¿Y que iba yo a hacer en Londres?
- Nada, déjalo – me apresure a decir – Ya te lo explicaremos. Ahora debemos sacarte de aquí.
- ¿En serio? ¡Ay, gracias! – Yo asentí
- Voy a hablar con el director, os dejo solos – les dije. Creo que era justo dejarles un poco de intimidad.

6 comentarios:

  1. ¡Hola Neres!
    Aquí estoy de nuevo. A ver qué pasa con la pobre Lúa...
    Espero el tercer capítulo.
    Besos.

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  2. jejejeje pues lo tendre que empezar a escribir, que no se me ocurre nada :S

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  3. ZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzzzzzzzzZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz...

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  4. ¡Actualiza, mujer, que nos has dejado con la intriga! XD

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  5. walaa!! me haces meterme en el blog para dejarme con la intriga... qué poca vergüenza!! xD jajaja Ahora en serio, está genial, muy interesante! a ver qué le depara el futuro a Lúa! ^^

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